viernes, 4 de diciembre de 2015

METODOLOGÍA EN INDIVIDUALIZADA Y FAMILIAR.3




Para hablar del método de Trabajo Social Individual Familiar tambien se debe mensionar las otras metodologias esta primera podemos decir que se centra su intervención en el desarrollo de una relación de ayuda con otro individuo en problemas, en la que ambas partes asumen ciertos acuerdos que les permiten alcanzar la solución escogida.

El método de Trabajo Social de Grupo apunta al trabajo grupal con individuos en torno a procesos de prevención y rehabilitación social, en donde el proceso grupal ayuda a mejorar la interacción de individuos, grupos y sistemas sociales para el beneficio mutuo.

El método de Trabajo Social de Comunidad o Desarrollo y Organización de la comunidad, es un método de acción social que pretende a través de la organización de la comunidad involucrada, la resolución de sus problemas.


Uno de los problemas de los métodos, se refiere a que los tres métodos de intervención señalados definen su unidad de trabajo tal cual lo señalan sus enunciados: el individuo, el grupo, la comunidad y, por lo tanto, la formación que recibe el Trabajador Social se encuentra centrada en metodologías que permitan intervenir en estas unidades de trabajo: el individuo, el grupo y/o la comunidad.

Cuando el Trabajador Social se enfrenta a otras unidades de trabajo como es la familia, se encuentra con que su respaldo metodológico y teórico es insuficiente para reconocerse como un profesional calificado para esta intervención, ya que intervenir con la familia no es lo mismo que hacerlo con individuos, grupos o comunidades.

Esto se transforma en un dilema, ya que el Trabajador Social se enfrenta diariamente a problemas familiares complejos, los cuales no siempre puede atender. Los conocimientos adquiridos con los métodos tradicionales son insuficientes y muchas veces opta por no intervenir. Así, termina derivando a la familia a otro servicio o profesional.
Está muy claro que en nuestro país cada día se ve más reducida la posibilidad de que el Trabajador Social participe en el trabajo con familias como un agente rehabilitador de los problemas que la afectan.
Se habla de un Trabajo Social Familiar y este aún no ha sido definido. No se han explicado sus diferencias y semejanzas con el método de Trabajo Social Individual Familiar. No se han clarificado sus diferencias y aproximaciones con la TerapiaFamiliar y no se ha presentado un modelo que describa los pasos metodológicos que se requieren para este tipo de trabajo.

De acuerdo a lo anteriormente planteado este estudio se basa en las siguientes premisas:

o   Reconocer a la familia como una unidad de estudio e intervención para el Trabajo Social, la cual no es equivalente al individuo, al grupo o a la comunidad, sino que posee una dinámica única y diferente.
o   Reconocer la necesidad que tiene el Trabajador Social de capacitarse en el área de familia.

o   Revalidar al Trabajador Social como un profesional que, mejor capacitado, se encontraría en condiciones adecuadas y suficientes para realizar intervenciones a nivel familiar que no apunten tan solo a lo asistencial, sino que le permitan intervenir en las relaciones familiares.

La metodología que se propone está basada en cuatro etapas básicas, las cuales no difieren mayormente del esquema clásico utilizado en los métodos de Trabajo Social que son Diagnóstico, Programación, Ejecución y Evaluación. A través de estas cuatro etapas metodológicas, describir y aplicar dicha metodología especializada al Trabajo Social Familiar, en una perspectiva diferente de los métodos tradicionales.

Se presenta a continuación la descripción de cada una de las etapas del proceso metodológico, recordando que en la práctica estas etapas son mucho más dinámicas y que estas se van superponiendo unas con otras a veces con configuraciones en espiral.

La atención a la familia empieza cuando el Trabajador Social establece la primera relación con ésta y con la situación con la que deberá trabajar. El proceso se inicia en el punto en que se encuentra la familia, involucrándola en la identificación de sus dificultades y de sus recursos.

Se contempla a la familia en su globalidad. En ocasiones esta intervención se realiza directamente con un solo miembro de la unidad familiar, ante la imposibilidad, por diversos motivos, muchas veces, de hacerlo con todos, pero nunca se pierde de referencia al sistema familiar y la visión de todo él.

Esto le da libertad y flexibilidad al Trabajador Social para invitar al trabajo a todo el sistema familiar, a algún subsistema, o a los miembros en forma individual. La atención puede ser en la oficina del Trabajador Social, en el domicilio de la familia, el lugar de trabajo, escuela, etc.
Etapas del proceso metodológico:

Ø  Diagnóstico Familiar.
Ø  Acuerdo.
Ø  Intervención Familiar.
Ø  Evaluación Familiar y Cierre.
Ø  La demanda familiar:

El proceso se inicia cuando una persona o familia acude al Trabajador Social con una demanda o petición. Es necesario tener en cuenta que la demanda, generalmente es el primer contacto de la familia con el Trabajador Social. La demanda puede adoptar múltiples formas puede ser explícita y concreta, o inespecífica y ambigua, material, inmaterial, en términos individuales o familiares.

La demanda es el primer elemento de información con que contamos y nos da orientación acerca de:
§  Lo que la persona demandante considera que es problemático para ella, su familia o para su entorno inmediato.

§  De la manera como esa persona encara sus dificultades: como algo propio y que está en relación consigo misma; o como algo que le es ajeno, que le es dado.

§  De las expectativas que tiene esa persona en la resolución de sus dificultades y del papel que, a su juicio, tienen que cumplir tanto ella, como la institución, el Trabajador Social, los recursos.

§  Finalmente de la forma como cree que puede ser ayudada por el Trabajador Social.

En Trabajo Social Familiar, al realizar un proceso de diagnóstico con una familia, éste no puede ser realizado desde una sola caracterización. Si se fragmenta a la familia y se analiza solamente algunas áreas, no se podrá comprender su efecto siempre dinámico. El desafío es una mirada holística de la familia, en donde se incluyan todas las dimensiones que la componen. El diagnóstico familiar es así, mucho más que la suma de los diagnósticos individuales de cada integrante de la familia.
Objetivo del diagnóstico: Conocer las problemáticas sentidas y no sentidas de la familia, sus recursos y habilidades tanto en la dimensión directa como en la indirecta.
Procedimientos a realizar en esta etapa:

§  Actividades: Contactos telefónicos o personales con el o los derivantes, Revisión de fichas sociales o clínicas de la familia a atender. Visita Domiciliaria. Reunión clínica / técnica. Coordinación institucional. Registro de las intervenciones.
§  Técnicas: Entrevista, observación. Genograma, ecomapa, fotografías familiares.

El proceso de diagnóstico termina una vez recopilada toda la información significativa que se necesita para la comprensión de una determinada situación familiar. Este proceso se traduce finalmente en la elaboración hipótesis sistémicas.





Peggy Papp señala que la hipótesis inicial es necesariamente especulativa y se la utiliza como base para recoger información adicional que habrá de confirmarla o bien refutarla No es necesario esperar a contar con una hipótesis definitiva para intervenir, ya que con frecuencia solo las intervenciones permiten descubrir una información crucial. El propósito fundamental de la hipótesis es establecer conexiones.


Para ello se elaboraron dos pautas de diagnóstico familiar las cuales pretenden abordar la dimensión del Trabajo Social Directo y el Indirecto. Se consideraron los aportes de cuatro autores que son Hartman Hartman Laird y, Ana María Campannini, Peggy Papp y Virginia Satir.

En relación a las técnicas es necesario señalar que, no siempre se usan todas ellas, su empleo es de acuerdo a cada una de las familias y en relación al adiestramiento de cada trabajador social.

En la pauta de diagnóstico para la “dimensión directa” de la familia se consideran los siguientes elementos:
1.      Antecedentes y datos básicos sobre la familia que consulta.
2.      Antecedentes de la demanda o motivo de consulta.
3.      Antecedentes de la estructura familiar.
4.      Antecedentes de la situación problema.
5.      Antecedentes de las fuerzas familiares para la estabilidad y el cambio.
6.      Fuerzas o factores claves de evaluación de Virginia Satir.

En la pauta de diagnóstico para la “dimensión indirecta” de la familia se considera principalmente: las redes sociales y enlaces con la sociedad. Se puede complementar con la aplicación del Ecomapa.

Para el Trabajo Social Familiar, la dimensión indirecta adquiere una gran importancia, especialmente cuando es una situación del contexto extra familiar la que está produciendo o manteniendo una situación problema.

Previo a desarrollar la intervención propiamente tal, el modelo propone la realización de un acuerdo explícito, escrito u oral, entre el Trabajador Social y la familia. Objetivo del acuerdo: Se espera que se pueda manifestar a través de un ritual, las intenciones de cambio manifestadas por la familia al acudir a un proceso de intervención familiar.

Dicho acuerdo debiera considerar los siguientes puntos:
·         Fechas y horarios de atención. Lugar en que se realizarán las atenciones (institución y/o domicilio de la familia).
·         Duración aproximada del proceso de intervención familiar (tiempo y frecuencia de las sesiones).
·         Definición del problema Derechos atribuibles al profesional (citación de otras personas significativas, entrevistas individuales con algún miembro, etc. ).Derechos atribuibles a la familia (solicitudes especiales, etc.)
·         Arancel ( cuando corresponde )
En relación a la definición del problema, se espera que una vez que el Trabajador Social en conjunto con la familia ha realizado el proceso de diagnóstico, exista una devolución hacia la familia respecto a la situación problema. Como se ha mencionado anteriormente, cuando una familia consulta, viene con su propia definición de problema. Si el Trabajador Social acepta esta definición, limitará la posibilidad de un cambio más profundo en la familia, ya que su definición entiende que el conflicto es causado por un solo miembro de la familia, “el paciente identificado “.

Por esta razón, se espera que al iniciar una intervención familiar, se realice un acuerdo que también incluya un consenso respecto a la definición de la situación problema, entre el Trabajador Social y la familia. Si bien lograr esto es a veces solamente posible con posterioridad a la intervención, por lo menos se debe velar por que toda la familia se sienta mínimamente implicada en el problema y así la responsabilidad no recae exclusivamente en el paciente identificado. El acuerdo es principalmente un acuerdo comunicativo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario